28.1.07

entre tiempos

espero tener fotos del evento (mi próximo cumpleaños, el 31 de enero) como para poder cargarlas. a veces me siento vieja, y después, al minuto siguiente, tan inapropiada para este mundo...

hoy tuve momentos de belleza extraordinaria. Fui a misa, tomé la comunión, y en un único momento me sentí cerca de Dios. Es cuando decimos "yo no soy digna de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme".

Triste que haya sido en ese único momento. Pensé que tenía que escribirle a benedicto xvi mis opiniones sobre la misa, pero por otra parte, me imaginé qué sería que harían con los mails que debe recibir... y me imaginé la marea atroz de mails que debe tener ese hombre, y me di cuenta de que no los lee benedicto sino algún otro, si es que alguien los lee.

a mí me gustaría hacer algo. suena ridículo, pero me gustaría hacer algo por la iglesia católica. La veo tan perdida en los ritualismos pedorros... ¿por qué la cena del señor es tan acartonada? ¿Por qué para celebrar que Jesús dio la vida por mí y por todos nosotros, tengo que estar sentada en silencio sin saber nada de la persona que tengo en frente, o cerca de mí? ¿Por qué no se puede hablar en la cena del señor con las personas que tenes al lado, y que ellos sean el vaso que nos trae la gracia de Dios? ¿Por qué no podemos hablar, sentados en círculos, sobre la Palabra de Dios? ¿Por qué tenemos que escuchar al sacerdote que nos habla cansado, agobiado, triste de repetir y repetir lo mismo, que nos pasa un sermón? ¿Por qué nosotros no podemos enseñarle también al sacerdote? Si lo que importa es el amor, y no la ciencia. Muchas veces, piensoq ue el sacerdote vive otro tipo de realidad. ¿Qué sabe él de vivir en este mundo? ¿QUé sabe él de tener un trabajo en el que tu jefe es un hijo de puta? ¿conoce la desesperación? ¿sabe realmente lo difícil que es amar a otra persona, y compartirlo TODO con ella? ¿Cómo me va a consolar? Por gracia divina, va a tener respuestas. Ok, sé que por gracia divina, el sacerdote, aunque su vida sea totalmente distinta a la mía, va a poder darme buen consejo.

Pero es re difícil poder hablar con un sacerdote. Están re ocupados, porque SON POCOS. Entonces, tienen la agenda abultadísima. Yo me pregunto si no sería mejor que nos preguntemos qué clase de iglesia tenemos, y por qué consentimos que siga siendo así.

Hay muchas preguntas que me surgen, cada vez que voy a misa. Nadie las responde nunca.

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