22.8.06

Mmmm

No sé exactamente qué decir, pero hace mucho ya que no decía nada, y sentí ganas de hacerlo. Solía escribir diario tras diario, y gastaba los cuadernos ésos que vienen con quinientas hojas, en la adolescencia, volcando en ellos todos mis secretos y mis dudas, mis miedos y prejuicios, y en general, las nimiedades de mi existir. Pero esto es distinto, porque eventualmente es algo que puede leer alguien que no soy yo, por lo que lo lógico es una cierta dosis de autocensura.

Pero creo, después de haber escrito y borrado tres párrafos, que lo mejor va a ser cortarlo acá, y esperar a que mi elocuencia tenga un mejor día. Ayuda tener un tema sobre el que se desea hablar, como en la entrada anterior. La escritura se hace más ordenada, más llena de sentido.

Aunque... tal vez después de empezar un párrafo y otro, y otro, logre arrancar alguno de entre las sombras de mis dedos que bailan tap sobre el teclado. Mmmm... a esta hora de panza tan llena y ojos que se cierran solos, realmente lo dudo.

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